En esta ocasión se tratará un tema muy importante para las mujeres, que tarde o temprano te afectará como a todas. Sobre todo hay que entender que es un proceso natural y biológico, y que la menopausia no es el fin del mundo.
El cuerpo es muy sabio y conoce a la perfección que a determinada edad, la mujer no debe tener descendencia porque podría afectar a la salud tanto del futuro bebé como de la madre por lo tanto deja de producir óvulos y entonces comienzan una serie de cambios hormonales, físicos y emocionales que dan lugar a la menopausia.
- A nivel hormonal el cuerpo produce una cantidad menor de las hormonas femeninas estrógeno y progesterona.
- A nivel físico se producirán menstruación más o menos abundante, más o menos tiempo entre menstruaciones, sofocos, sudores nocturnos, insomnio, sequedad vaginal (Tener relaciones sexuales podría ser incómodo o hasta doloroso), cambios urinarios (incontinencia u orinar con más frecuencia), migrañas (dolores de cabeza intensos) y dolor en las articulaciones.
- A nivel emocional la irritabilidad y alteraciones en el estado de ánimo son más notorias y se presenta una mayor tendencia a estados depresivos, tristeza, apatía, dificultad de concentración, entre otros cambios.
Este proceso se produce de media a partir de los 45 años y dura aproximadamente un año, hasta que se retira por completo la menstruación.
Para una gran cantidad de mujeres, como tú o tu pareja, todo este desarrollo te causa un shock porque en tu interior piensas que tu vida como madre (creadora) se ha terminado y aunque las circunstancias para cada mujer diferente (no han tenido, no han querido tener más o no han podido tener hijos, etc), la sensación para todas es la misma. Te has planteado preguntas como por ejemplo si sigues siendo válidas o si estás bien físicamente. Es en ti y en este tipo de mujeres donde los síntomas que se han mencionado con anterioridad son más visibles, porque no aceptas que sirves para algo más que para concebir.
Este tipo de sensaciones y pensamientos te llevan a plantearte si aún sigues siendo deseable para tu pareja, a pensar en cuando eras “joven”, en otros tiempos, tienes miedo a envejecer. Continuamente te reprochas aquellas oportunidades perdidas. En definitiva, te rechazas a ti misma.
Todo esto ocurre porque no admites que esta transformación no es tu “jubilación” como mujer, que no solo vales para ser madre, existen muchas maneras de seguir creando. Por ejemplo dando luz a nuevos proyectos en el ámbito laboral, o desarrollando tu creatividad.
Para conseguir que esos síntomas sean los mínimos y lograr todo explicado antes se recomienda seguir estos consejos:
- Admite que no solo sirves para tener hijos y cuidarlos
- Desarrolla tu creatividad, empleando la imaginación para miles de proyectos que se te ocurran. Crea para ti
- Comprende que la menopausia no es un sinónimo de envejecer, sino de un cambio sabio de nuestro cuerpo y que aun tienes muchas metas por alcanzar. Tampoco significa morir, o que ya no seas válida o indeseable para ti ni para otros.
- Ha llegado un momento de tu vida en el que tienes más experiencia y herramientas. Úsalas en tu día a día.
- Reflexiona, toma las decisiones con calma. Estate más tiempo contigo misma
En definitiva, cree en ti y en todo lo que te queda por hacer.
Sobre todo recuerda que este cambio es un proceso por lo tanto se producirá poco a poco
¿Estás dispuesta a empezar tu nueva vida sabiendo que eres una mujer completa y válida?
Para finalizar quiero que sepas que ya estás preparada para sanar, que puedes hacerlo, y que si no te ves capaz sola, solicites la ayuda a tu terapeuta.
¡Es hora de sanar y ser feliz!
Erika Rufo & Yu GM
